El desplome de las divisas emergentes abre paso un periodo incierto

El centro de la crisis se encuentra en Turquía, pero sus consecuencias llegan a Argentina, Sudáfrica, Brasil, Rusia e India.

El impacto es más fuerte si se suman, además, las tensiones actuales sucedidas tras un periodo fuerte endeudamiento de estas economías, en moneda extranjera. De ahí que las divisas más golpeadas sean aquellas con mayor vulnerabilidad en el exterior: Turquía, con un déficit por cuenta corriente del 5,5% del PIB; Argentina, del 4,3% del PIB, y Sudáfrica, con una deuda externa del 50% del PIB.

Ya en julio, la lira turca mostró la señal definitiva de que algo no iba bien entre las divisas de los países emergentes. Tras varios altos y bajos el golpe definitivo vino en forma de aranceles por parte de EE UU al acero y aluminio de Turquía, lo que acabó llevando a su moneda a un mínimo histórico respecto al dólar. Todo ello, para un país con un fuerte endeudamiento en dólares y un preocupante déficit por cuenta corriente, supuso el inicio de una situación complicada. Aunque Ankara es el epicentro de la crisis, la lira no es la única divisa emergente que pierde peso, los efectos de esta crisis llegan a Argentina, Sudáfrica, Brasil, Rusia e India.

En lo que va de año, la lira turca se ha dejado casi un 40% de su valor. Solo en agosto, la bajada acumulada respecto al dólar es de más del 20%, tras varios desplomes abruptos. En Argentina, con el peso, la caída ha sido más progresiva en los últimos meses, con una bajada del 14% este mes, pero en lo que va de año la caída devaluación con respecto al dólar supera el 40%. El rublo ruso ha vuelto a la debilidad de 2016. El real brasileño ha tocado cotas mínimas de más de dos años (con una depreciación de casi el 20% desde el inicio de 2018). Y la rupia india está desde mayo en mínimos históricos, tras bajar este año cerca del 9%.

Y es que una nube negra se cierne sobre muchas divisas emergentes. Si bien es cierto que los motivos que han desembocado en esta situación no son los mismos, en muchos casos la incertidumbre política ha hecho mella. En otros casos la influencia de las materias primas o de China. Pero la política monetaria de Estados Unidos es, sin duda, el impulsor de los problemas de la mayoría de estos países ya que cada vez que la Reserva Federal lleva a cabo una subida de los tipos de interés, el dólar se refuerza y los mercados emergentes se resienten.

 

Fuente: El País